EL CASO DEL «EMPRESARIO» DESCUARTIZADO EN INGENIERO BUDGE LOMAS DE ZAMORA

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La Policía halló este miércoles por la madrugada el torso y la cabeza del empresario Fernando Alejandro Pérez Algaba, un empresario de 41 años, en el arroyo del Rey, en Ingeniero Budge. A pocos metros de ese lugar, el domingo último, habían sido halladas sus piernas y sus brazos.

Efectivos de la DDI de Lomas hallaron los restos humanos que restaban en el arroyo del Rey, a unos 200 metros de su desembocadura en el Riachuelo, en Budge.

Por el caso está detenida una mujer trans. Esta persona es la última que tuvo el bolso en el que aparecieron las piernas y brazos de Pérez Algaba.

Los investigadores trabajan sobre una hipótesis: el empresario vino de España al país a cobrar 200 mil dólares de una transacción comercial y serían justamente aquellos deudores quienes estarían directamente involucrados en el brutal asesinato y descuartizamiento.

El cuerpo fue identificado en las primeras horas del martes a partir de las huellas dactilares y el cotejo de los tatuajes. Además, se terminó de confirmar la identidad con una denuncia de averiguación paradero por Pérez Algaba realizada en Ituzaingó luego de que abandona sorpresivamente sin avisar un departamento que había alquilado desde el pasado 13 de julio.

Otro dato que permite conocer cómo fue el asesinato: el torso hallado presenta dos impactos de bala. Y algo más inquietante aún, según los investigadores, los cortes en el cuerpo fueron realizado por un profesional.

Un perfil alto

Apodado “Lechuga” Fernando Pérez Algaba era un empresario muy reconocido en el mundo de la venta y alquilar de autos de alta gama.

Hasta principios de este año residía en Miami, Estados Unidos, y luego se había trasladado desde donde llegó este mes. Aún es una incógnita el motivo de esa visita que preveía que sería corta.

«Comencé a trabajar a los 14 años, me inicié con una bicicleta y una caja y empecé a vender sanguches en las remiseras, dos años después de eso fui repartidor de pizzas con una motito, luego trabajé en los comercios de la zona del barrio donde vivía, ya sea de heladero, en todo tipo de restaurantes y pizzerías. Después de ahí pasé a un taller de motos, hacía encendidos electrónicos «, dijo Algaba, en una entrevista en Ámbito Fiannciero, publicada el 10 de marzo de este año. «A los 17 años me emancipé y me fui a Bariloche a vender viajes de egresados para los colegios ya que en ese momento me consideraron buen vendedor. Fui a Bariloche prácticamente sin conocer la ciudad y me quedé unos años. Volví con plata y compré una moto, una CBR 200 en ese momento para revenderla. Hice esto un par de veces y ahí me inicié en el negocio de la compra-venta de automóviles», agregó.

A sus 24 años ya tenía un galpón con varios autos, motos de agua y en ese momento comenzó a financiar autos para comprarlos y venderlos de la misma manera, sacando una rentabilidad en el medio.

«Viajaba mucho a Paraguay para comprar ruedas, era mucho más barato que en Argentina. Esto me permitía remodelar los autos y revenderlos a un mejor precio», dijo Algaba. «He tenido negocios de todo tipo en mi carrera como emprendedor: Boliches, pancherías, financieras», detalló.

“Lechuga” supo hacer negocios, también con las criptomonedas y hasta tuvo un breve paso como piloto del TC Regional.

En enero de 2022 protagonizó en Mar del Plata un incidente con un inspector de tránsito al que golpeó en medio de discusión. El empresario se negaba a hacerse el test de alcoholemia.

El perfil de Pérez Algaba estaba lejos de ser bajo. Sólo en Instagram tenía 916 mil seguidores y en sus fotos aparece, muchas veces, conduciendo autos de alta gama.

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